“RMALC SE HA ADHERIDO A ESTA DECLARACIÓN INTERNACIONAL

 

DEMANDA INTERNACIONAL POR NUEVA EMISION DE DEG

 

Junta de Gobernadores del FMI

Directorio Ejecutivo del FMI

700 19th Street NW

Washington, DC 20431

 

Estimados miembros de la Junta de Gobernadores y del Directorio Ejecutivo del FMI:

Nosotros, las organizaciones abajo firmantes, solicitamos una nueva e importante emisión general de al menos USD 650 mil millones en Derechos Especiales de Giro (DEG) libres de deuda por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI).

La gran mayoría de los países del mundo están luchando en medio de crisis múltiples, históricas, superpuestas y que, en general, se agravan. Los países más ricos deben actuar rápidamente para ayudar a los más desfavorecidos votando a favor de una nueva e importante emisión de DEG. Como escribió recientemente el gobernador del Banco Central de Pakistán, si los países ricos no actúan pronto, “los países pobres no olvidarán fácilmente cómo fueron defraudados por un sistema que estaba destinado a aumentar sus niveles de vida y protegerlos en una emergencia”.

A pesar de que la pandemia de COVID-19 continúa matando a miles de personas cada semana e infectando a millones más, los países de ingreso bajo y medio —muchos de los cuales carecen de suficientes vacunas contra el COVID— ahora enfrentan crisis alimentarias, de energía y otras relacionadas con el costo de vida, impulsadas por la guerra en Ucrania, la especulación empresarial y la especulación de precios. Los desastres climáticos y un planeta que se calienta rápidamente empeoran estas crisis y crean otras nuevas, mientras que las inminentes crisis de la deuda amenazan a muchos países —impulsadas en parte por las subidas de las tasas de interés de la Reserva Federal de EE. UU. y otros Bancos Centrales en las economías avanzadas, que están haciendo que sea mucho más costoso para los países prestatarios pagar sus deudas.

La enormidad de estas crisis superpuestas puede no tener precedentes en la historia de la humanidad. El Programa Mundial de Alimentos estima que la cantidad de personas que enfrentan inseguridad alimentaria aguda ha aumentado de 135 millones a 345 millones desde 2019; en 2021, 2.300 millones de personas en el mundo enfrentaron inseguridad alimentaria moderada o severa según un informe de las Naciones Unidas. El FMI ha rebajado sus proyecciones de crecimiento económico mundial, y se espera que el crecimiento de 2022 se desacelere al 3,2 por ciento, por debajo del 6,1 por ciento del año pasado. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo estimó que, en julio de este año, el aumento del costo de vida había empujado a 71 millones de personas más a la pobreza. La ira masiva desencadenada en parte por estas crisis ha alimentado la inestabilidad en muchos países, llegando incluso al derrocamiento de gobiernos; y es probable que más países se vean sacudidos por la inestabilidad política a medida que la vida diaria se vuelve más difícil.

Los DEG han demostrado ser una herramienta eficaz para responder a desafíos globales como estos. La asignación del año pasado fue un salvavidas importante para muchos países de ingreso bajo y medio que enfrentan grandes desafíos económicos y cuyas poblaciones están más expuestas a múltiples vulnerabilidades. Más de 100 países de ingreso bajo y medio utilizaron los DEG en el primer año después de la asignación de agosto de 2021; 42 de los cuales cambiaron la mayoría de sus DEG por moneda fuerte, por un valor de alrededor de USD 16 mil millones, y 69 de los cuales incluyeron DEG por un total de más de USD 80 mil millones en sus presupuestos gubernamentales o para otros fines fiscales.

Si bien apoyamos la necesidad de reformar la manera de asignación de los DEG para una mejor orientación hacia los países vulnerables, incluyendo el avance de una imperativa reforma de las cuotas del FMI, sin la emisión de DEG del año pasado, es probable que muchos países se encontrarían en una situación mucho peor hoy, y estarían aún menos equipados para responder a las nuevas crisis que surgieron en 2022. En África, 47 de 54 países usaron los DEG recientemente asignados de alguna manera, y muchos países los utilizaron para responder directamente a la pandemia comprando vacunas, con fines de recuperación económica, apoyando programas sociales, u otros medios. Incluso aquellos países en desarrollo que no usaron sus DEG para pagar deudas o comprar vacunas se beneficiaron de la seguridad adicional de reservas extranjeras fortalecidas.

Pero a pesar de lo importantes que fueron estos DEG, no lograron igualar la escala de las necesidades de los países en desarrollo incluso en ese entonces; y la situación es significativamente peor actualmente.

Una nueva e importante asignación de DEG es la respuesta más directa y eficiente para ayudar a los países de todo el mundo a responder a estas nuevas crisis y a los impactos aún por venir. Una nueva asignación de al menos USD 650.000 millones pondría inmediatamente a disposición de casi todos los países miembros del FMI de ingreso bajo y medio cientos de miles de millones de dólares sin deuda ni condiciones y solo requiere de voluntad política por parte del Directorio del Fondo; particularmente de aquellos miembros, como Estados Unidos, Japón, China, Alemania y Francia, que cuentan con la mayor parte de los votos en el FMI.

Una nueva emisión también ayudaría a los países más ricos y a toda la economía mundial al impulsar la demanda de importaciones, lo que a su vez, ayudaría a crear nuevos empleos relacionados con la exportación  entre los socios comerciales. Permitir que los países en desarrollo vulnerables sucumban a las crisis del hambre, la deuda y el costo de vida, por otro lado, aumentaría drásticamente el riesgo de conflicto social y socavaría profundamente la seguridad global. Garantizar la estabilidad económica mundial requiere una acción colectiva. Apoyar una nueva emisión de DEG sería una manera fácil de afirmar el liderazgo mundial, responder a las necesidades del mundo en desarrollo, prevenir inestabilidad política, y ayudar a respaldar una recuperación económica mundial equitativa en este momento de extrema necesidad.

Los DEG son una forma simple y efectiva de brindar apoyo económico esencial a la gran mayoría de los países del mundo, de una sola vez. No suponen ningún coste para los gobiernos miembros del FMI; ni contribuyen a la inflación.

La Cámara de Comercio Internacional; el Grupo de Respuesta a la Crisis Global de la ONU sobre Alimentos, Energía y Finanzas; la Comisión Económica de las Naciones Unidas para África; el Secretario General de la ONU, António Guterres; la Unión Africana; decenas de miembros de ambas cámaras del Congreso de los Estados Unidos; destacados economistas; y muchos más, han pedido una nueva asignación importante de DEG para ayudar a brindar alivio y respaldar una recuperación económica mundial equitativa.

Las crisis globales que enfrenta la humanidad se extienden mucho más allá del COVID-19 y algunas, en particular la crisis climática —con sus efectos en la producción de alimentos y la disponibilidad de agua, y los desastres que la acompañan, incluidas sequías, inundaciones, incendios forestales, huracanes agravados, deslizamientos de tierra y otras calamidades— representan una amenaza existencial para la supervivencia humana. No podemos darnos el lujo de esperar más para tomar medidas. Las crisis urgentes y cada vez más graves en todo el mundo exigen una respuesta urgente y proporcionada. Los DEG son una parte crucial de esa respuesta.

Firmado,

Action Corps

Arab Watch Coalition

Bretton Woods Project

Center for Economic and Policy Research (CEPR)

European Network on Debt and Development (Eurodad)

Friends of the Earth US

Red Latinoamericana por Justicia Económica y Social (LATINDADD)

Third World Network

 

AbibiNsroma Foundation, Ghana
ActionAid USA, United States

Africa Development Interchange Network (ADIN), Cameroon

Amid Vision, Tunisia

Apostolic Ministerial International Network, Ghana

Arab Watch Coalition, Middle East and North Africa

Association For Promotion Sustainable Development, India

Association Jeunes Pour Jeunes (AJJ), Morocco

Association La Siesta Pour La Protection De L’Environnement, Morocco

Association Tunisienne de Droit du Développement, Tunisia

ATED, Morocco

ATGL, Tunisia

Bangladesh Institute of Human Rights(BIHR), Bangladesh

Caribbean Policy Development Centre, Barbados

Center for Financial Accountability, India

Centre for Muslim Youth In Peace And Development , Ghana

Centro de Derechos Económicos y Sociales — CDES, Andino – Amazónico

Centro de Documentación en Derechos Humanos “Segundo Montes Mozo S.J.” (CSMM), Ecuador

Children and Women Organization, Iraq

CNCD-11.11.11, Belgium

Debt Justice UK, United Kingdom

EDER (Environnement, Développement et Énergies Renouvelables), Guinea

Fossil Free South Africa, South Africa

Gender Action, United States

Gender-Based Violence as a Public Health Issue, Nigeria

Generation Against Marginalisation, Tunisia

Global Call to Action Against Poverty (GCAP), Global

Global Justice Now, United Kingdom

Global Policy Forum, Global

Green Advocates International (Liberia), Liberia
International Chamber of Commerce, Global

Jubilee Scotland, Scotland, UK

JUBILEO 2000, RED ECUADOR, Ecuador

Just Foreign Policy (JFP), United States

Justice Is Global, United States

JusticeMakers Bangladesh, Bangladesh

Latinoamérica Sustentable, Ecuador

Maryknoll Office for Global Concerns, United States

National Campaign for Sustainable Development Nepal, Nepal

NGO ASRAD, Mali

Oyu Tolgoi Watch, Mongolia

Pakistan Fisherfolk Forum, Pakistan

Pax Christi USA, United States

Phenix Center, Jordan

PHM-K, Kenya

Recourse, The Netherlands

RENICC, Nicaragua

Rivers without Boundaries Coalition, Mongolia

RootsAction.org, United States

Sisters of Charity Federation, United States

South Feminist Futures, Zimbabwe

Stop TB USA, United States

United Church of Christ, Justice and Local Church Ministries, United States

WECF International, The Netherlands

Yemeni Observatory for Human Rights, Yemen

 

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