Boletín electrónico ALTERNATIVAS 106

 

El capítulo Laboral del TTP no garantiza los derechos fundamentales de los trabajadores[1]

 

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El capítulo Laboral del TTP no garantiza los derechos fundamentales de los trabajadores[1]

Alberto Arroyo PicardÑ

Introducción
En muchos países, incluido Estados Unidos, uno de los fuertes opositores a los tratados de  libre comercio han sido precisamente los sindicatos, esto no es nuevo. Desde el debate previo a la ratificación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) el presidente Bush no conseguía los votos necesarios en el congreso y ello en parte por la oposición sindical. Su contrincante electoral Bill Clinton ofrece a los sindicatos que si gana negociaría dos acuerdos paralelos uno en materia laboral y otro ambiental. Ello fue un elemento para que Bill Clinton ganara las elecciones y se convirtiera en presidente. Efectivamente se negocia un acuerdo paralelo laboral,[2] hecho que se considera un triunfo sindical. Sin embargo, el contenido de dichos acuerdos decepcionó a los sindicatos y mantuvieron su rechazo, lo que se reflejó en el muy estrecho margen con el que finalmente fue aprobado el TLCAN  por el Congreso Estadounidense.  Los efectos de los Tratados de Libre Comercio (TLCs) en estos 22 años a partir  del TLCAN han hecho crecer la oposición.

En los primeros años posteriores a la aprobación del TLCAN, la discusión de muchos sindicatos versaba sobre los contenidos que debían incluir  cláusulas o capítulos laborales para que realmente protegieran los derechos colectivos e individuales de los trabajadores dentro de los TLCs. Sin embargo, ya en  los debates y la elaboración de alternativas al finalmente derrotado Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA), se llegó a la conclusión de que incluso la “mejor” o “ideal” cláusula o capítulo laboral no debía llevar a apoyar los TLCs. El principal argumento era que el modelo económico neoliberal, convertido en legislación supranacional con los TLCs, conlleva una muy limitada capacidad de generación de empleos y  precariza el poco empleo existente.  Una buena cláusula laboral, en todo caso, salvaguardaría derechos para los pocos empleos formales y sindicalizados que se logren conservar.  La oposición es al modelo económico que protegen los TLC, la lucha no es por mejorarlos con cláusulas laborales, sino impedir que se aprueben.  Esta fue la postura sindical y del el resto de organizaciones sociales en todas las américas agrupadas en la Alianza Social Continental[3].

No obstante lo anterior, los negociadores y propagandistas de los TLCs pretenden neutralizar la oposición sindical presumiendo los capítulos laborales incluidos en algunos TLCs.  En el caso del Tratado Transpacífico (TTP en español o TPP por sus siglas en inglés), la propaganda aduce que en este caso el capítulo laboral protege tanto los derechos individuales como los colectivos y que es sí es vinculante y sujeto al mecanismo de solución de disputas general de dicho tratado.

[1]  Próxima  publicación en Foro Universitario del STUNAM

Ñ Maestro en Sociología, Estudios de doctorado en Ciencias Sociales. Investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa. Miembro de la Red Mexicana de Acción frente al Libre Comercio (RMALC) que forma parte de la Convergencia de organizaciones y ciudadanos “México mejor sin TTP”.

CONTINUA….

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