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Alerta mundial sobre las negociaciones en la OMC-VI

Del dicho al hecho, falta un buen trecho
 
Desde la noche del viernes hasta entrada la tarde del sábado las agencias informativas privilegiaban las declaraciones optimistas de los ministros que consideraban que la aceptación  de las propuestas sobre agricultura y bienes industriales, por parte de seis de los siete miembros del Súper G7, era una señal muy positiva de que las negociaciones estaban a un paso de ser exitosas.

Sin embargo, poco a poco empezaron a aparecer la opinión de los ministros que pensaban diferente, así como a aflorar las diferencias al interior de los mismos grupos de países enfrascados en estas negociaciones.

Satisfechos de los avances los ministros de los bloques de los países desarrollados y los aliados fieles de siempre como México, Colombia, Chile, a los que por el momento Brasil se les une. Insatisfechos o con pleno rechazo al acuerdo minoritario, países como India, Sudáfrica, Indonesia, Argentina, y Venezuela tomaron la delantera.

 Pero no son únicamente dos polos opuestos simples, de ricos y pobres.

 El primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi y el presidente francés, Nicolás Sarkozy, entraron en escena con un comunicado conjunto en el coincidieron en la 'absoluta necesidad' de llegar a un acuerdo 'positivo y equilibrado' sobre la liberalización del comercio mundial. Pero, ya en específico pusieron el acento en que el proyecto de acuerdo que se está discutiendo en estas horas en Ginebra, ' no tiene en cuenta adecuadamente los intereses italianos, en particular en el tema de las indicaciones geográficas y el acceso a los mercados industriales de los países emergentes'. Es bien conocido que Francia reclama lo mismo. [EFE].

Quizá por eso, la secretaria francesa de Comercio, Anne-Marie Idrac, cuyo país preside la UE, declaró que 'El Consejo (de ministros de la UE) incitó a la Comisión (de Bruselas) a proseguir sus esfuerzos para (...) mejorar el acuerdo, en función del mandato del Consejo". Idrac admitió la existencia de divisiones entre los 27 respecto a las propuestas en discusión en la OMC, al decir que 'Varios (países de la UE) se congratularon por el impulso de las negociaciones' aunque otros 'expresaron sus reservas, e incluso su oposición, alegando el carácter desequilibrado del compromiso propuesto', declaró Idrac, y precisó que en esta última categoría 'figura Francia'.

 Una fuente europea agregó que Gran Bretaña y Suecia fueron en cambio los más favorables. La ministra de Comercio de Suecia, Ewa Bjorling, dijo a una agencia de noticias: 'Nosotros podemos aceptar este paquete como está en la mesa.'  No obstante, otras fuentes citaron que países como Italia, Francia, Hungría, Irlanda, Lituania-, argumentaron que la propuesta 'no es equilibrada'. La vice primera ministro de Irlanda, Mary Coughlan, expresó: 'Tenemos un par de temas y uno, desde luego, es la agricultura. Y no vemos el equilibrio en NAMA, y no hemos aún visto algún servicio.'

Según una agencia italiana, ante las reservas expresadas por Gobiernos europeos, la UE presentará mañana su propia iniciativa.

 Por otra parte, entre los países emergentes o en vías de desarrollo, el rechazo abierto lo encabezaron Argentina y Venezuela.

 El ministro de Industrias Ligeras y Comercio de Venezuela, William Antonio Contreras, denunció hoy que se ha invertido el mandato de la Ronda de Doha. 'En la práctica se invirtió el mandato de la Ronda de Doha, ya no es una agenda para el desarrollo sino para los desarrollados'. Dijo que notaban con preocupación 'que en gran medida el texto que se hizo circular obedece más a satisfacer las inquietudes de algunos miembros para comprometerlos en la culminación de la Ronda, que a atender efectivamente las necesidades de desarrollo de la mayoría de los miembros'.

 Fue quizá el único negociador que explicó al detalle varios puntos. Sobre la cláusula de salvaguarda especial para los países en desarrollo, que se aplicaría en caso de un incremento abrupto de las importaciones de productos agrícolas o de un descenso pronunciado de sus precios, que tendrían que aumentar un 140 por ciento con respecto a las importaciones del año anterior, dijo 'Para nosotros eso es una aparente flexibilidad, no una salvaguarda de verdad', se requiere un porcentaje disparador menor al propuesto.

Sobre los recortes a los subsidios agrícolas de EUA, el ministro venezolano lo calificó como 'un aparente compromiso que en realidad no lo es'. Es una supuesta aceptación de Estados Unidos, de que Washington recortará sus subsidios internos agrícolas a un máximo de 14.500 millones de dólares anuales. Con esa cifra  mantiene un margen de maniobra importante, 'dado que en la actualidad concede unos subsidios de 7.000 millones por lo que el acuerdo le permite, de hecho, ampliar sus subsidios'.

En relación a los bienes industriales, Contreras criticó en general la propuesta de fórmula de recorte de los aranceles, 'aplicando la fórmula, [del G7 menos India] el efecto sería que los emergentes haríamos mayores cortes que los desarrollados y éstos tendrían trato de pequeñas economías y vulnerables'. Asimismo, el ministro venezolano criticó la propuesta de los países ricos de querer introducir un mecanismo que prevé la desregulación total de un sector industrial. 'Esto no está en el mandato, pero en el caso de que lo aceptemos, debería ser de aplicación voluntaria', explicó el ministro.

Por todo ello, Contreras aseguró: 'Este documento es un peligro y está en peligro la negociación'.

Y mientras para el ministro brasileño Celso Amorim 'Los números son aceptables', aseguró a su salida de una reunión con el G-20, para el ministro del exterior argentino Jorge Taiana la valoración fue opuesta: 'Para nosotros ese papel (de Lamy) como está no es aceptable'. Y en tono más fuerte el jefe negociador argentino, Alfredo Chiaradia, advirtió que la posición de Brasil 'genera una tensión' en el MERCOSUR. Argentina cuestiona el capítulo agrícola (reducción de subsidios internos y de aranceles) y el industrial (aranceles), así como el equilibrio que resulta de ambos. 'En agricultura (las propuestas) son insuficientes y en productos industriales demasiado elevadas', resumió Chiaradia.

También India y Sudáfrica resisten a la apertura de sus mercados industriales en el formato propuesto por Lamy. El ministro indio de Comercio, Kamal Nath, trató de desdramatizar las discusiones, al salir este sábado de una reunión del G-20 en la misión de Brasil en Ginebra. 'El proceso de consultas prosigue, no hay ningún problema. Argentina tiene puntos de vista diferentes, Sudáfrica tiene puntos de vista diferentes, Egipto también', comentó Nath. En la propuesta de Lamy hay 'algunas cosas buenas y otras que no lo son', agregó. Sin embargo, por separado, el viceministro sudafricano de Comercio, Rob Davies, afirmó: 'Hasta este momento no podemos estar de acuerdo' con el paquete de Lamy. Agregó que su país no estaba bloqueando el proceso, 'pero tampoco vamos a dar una hoja en blanco', aclaró.

La noche anterior, la viceministra de Comercio de Egipto, Samiha Fawzy, hizo hincapié en el proceso de negociaciones por si mismo, 'Tenemos que tener claro que el G-7 no es quien va a determinar, es una plataforma y el resto somos otra, y esa es la decisoria', dijo Fawzy. una postura que respaldó el viceministro de Comercio de Kenia, Uhuru Kenyattta.

Preguntado acerca de si esta situación ha generado una crisis en el G-20, el ministro Amorim dijo que el grupo sigue existiendo y que 'seguiremos juntos en todo lo que nos une, que es mucho'. Aseguró que su país sigue siendo el portavoz del grupo, aunque matizó agregando: 'en los temas en los que estamos de acuerdo'. 'En las cuestiones en las que hay antagonismo debemos mantener cierta neutralidad. Somos muchos actores', agregó.

Sostuvo también que 'el G-20 continúa siendo importante, seguimos avanzando aunque haya diferencias'. Amorim defendió las ventajas del texto que está sobre la mesa de negociación y que varios países en desarrollo se resisten a aceptar, aunque también reconoció que 'no es todo lo que queríamos, no es ideal, pero estamos en una negociación'.

Según una periodista del diario argentino La Nación, el canciller brasileño, Celso Amorim, al término de una reunión con Lamy, declaró el sábado: 'Aceptamos como un todo ese paquete'. Y "Previamente, el ministro había obtenido la luz verde en el curso de unas conversaciones telefónicas que mantuvo con su presidente, Luiz Inacio Lula da Silva." La noche anterior, según cable de EFE, el canciller había explicado que: "el presidente Inacio Lula da Silva le había dado instrucciones de que si el resultado era favorable para los más pobres Brasil podía mostrar flexibilidad en su posición."

Explicando su posición el canciller dijo, según AFP: 'Las únicas opciones a mi juicio eran no tener ninguna  Ronda o tener una Ronda con un equilibrio que, sin ser el ideal, nos pareció  razonable'. Pero 'esa es una cuestión de juicio de cada país. Yo no creo que (el  acuerdo) sea el balance ideal, ni justo quizás', pero 'nuestra tarea aquí no es  hacer el mundo justo, es hacerlo un poco menos injusto', alegó. Amorim dijo el viernes que Brasil aceptaba el paquete a condición de que no  se lo modificara El sábado, explicó que esa postura se debe a que 'si cambia algo, lo más  probable es que no sea a favor de los países en desarrollo'.

Ante la evidente percepción del malestar entre países aliados el presidente Lula da Silva, desde Portugal salio a declarar entrada a noche del sábado: 'Brasil no quebró ninguna solidaridad. Participamos del G-20 y queremos que el acuerdo sea del interés del G-20, pero tenemos que admitir que dentro del grupo tenemos asimetrías, tenemos disparidades', según informaciones divulgadas este sábado por la presidencia de la república, recogidas por las agencias.

Ese grupo de países, añadió el presidente, 'no va a salir (de las negociaciones) resquebrajado, porque no es parte de la estrategia que montamos. Pero tenemos que respetar las diferencias que existen entre los países'.

En la visión de Lula, 'las divergencias son normales porque envuelven muchos intereses. Son muchos países, miles de empresarios y por lo tanto tiene que haber divergencias. Lo importante es la decisión política de hacer el acuerdo, porque será bueno para todos'. 

Esa visión y conclusión de Lula es preocupante. ¿Realmente lo importante es la decisión política de hacer un acuerdo, aunque sea un mal acuerdo para la mayoría de los países y de sus pobladores?

Si como pretende la UE, presentar una nueva propuesta propia y como afirmó Celso Amorim, que aceptaba el documento de Lamy como un paquete -a condición que fuese un paquete sin cambio, porque 'si cambia algo, lo más  probable es que no sea a favor de los países en desarrollo. ¿Cuál será entonces la posición de Brasil y de los demás miembros de la OMC?

En esta circunstancia compleja, el futuro de la negociación no está decidido. El propio Pascal Lamy lo percibe al afirmar que la negociación esta aun paso del éxito o del fracaso.

Por lo pronto, según la agencia Reuters, el jefe de la Organización Mundial de Comercio (OMC), Pascal Lamy, hizo el anuncio ante una reunión de delegados, que la reunión de ministros ha sido extendida hasta el miércoles, sostuvo el sábado un diplomático. Recordemos que inicialmente, las conversaciones debían finalizar el sábado.

Finalmente, este sábado se realizó una reunión sobre la negociación de Servicios. Según las declaraciones del Presidente del Comité de Servicios, el embajador Fernando de Mateo, de la representación de la UE y de EUA, todo fue feliz y satisfactorio. Faltaba más.

 Nosotros, por lo pronto les compartimos, en Archivo Anexo, un artículo de Martin Khor, de la Red del Tercer Mundo, que describe y alerta sobre el nuevo texto arbitrario que el presidente del comité de negociación servicios distribuyó sorpresivamente el pasado 17 de julio. En la próxima Alerta comentaremos este tema.