Ayuno
por la independencia alimentaria
10 de diciembre de 2007
Al pueblo de
México:
Hoy 10 de diciembre,
cuando faltan exactamente 22 días para que de inicio la última
etapa del Tratado de Libre Comercio de América del Norte
(TLCAN), se cumplen 15 años en que se intensificó
la guerra contra nuestra agricultura, contra nuestra soberanía
alimentaria y contra la base de nuestra independencia y en general
contra el campo mexicano. 15 años de una mayor imposición
del modelo económico globalizador, concentrador de la riqueza
en unos cuantos, desgarrador del tejido social, destructor de pueblos,
depredador de la naturaleza y violador de los derechos de comunidades
y de individuos.
El próximo
primero de enero de 2008 se desgravarán toda las importaciones
de maíz, frijol, leche en polvo y azúcar de caña
procedentes de los Estados Unidos y del Canadá. Se suprimirán
todos los aranceles – cuotas y cupos de importación.
Más que nunca durante los últimos 25 años de
políticas anti-campesinas, los campesinos tendrán
que defenderse solos contra los productos que cuentan con un subsidio
del gobierno estadounidense hasta 30 veces superior al subsidio
promedio que otorga el gobierno de México.
La ingenuidad,
la ineptitud y la complicidad del Ejecutivo Federal y de muchos
de los legisladores no ha podido discernir que tras esta nueva etapa
del acuerdo comercial se esconde una verdadera guerra en contra
de nuestra sobrevivencia como país independiente. Sólo
las mentes más obstinadas y menos informadas se niegan a
ver que la negativa del gobierno de George W. Bush apoyado en la
complicidad del gobierno de México, de suspender esta desgravación
es una pieza más en su estrategia belicista: que lo mismo
pasa por controlar el gas de Asia Central que el petróleo
de Irak y de Venezuela y el suministro de alimentos de México.
Porque dislocar nuestra producción agropecuaria, orientarla
a producir sólo para la exportación y hacer depender
la alimentación de nuestro pueblo de las importaciones procedentes
de los Estados Unidos, controladas por unas cuantas trasnacionales,
es aceptar la madre de todas las derrotas: el control de la comida
de nuestra gente y de nuestra soberanía alimentaria.
A 6 meses de
haber lanzado el pasado 25 de junio la Campaña Nacional en
Defensa de la Soberanía Alimentaria y la Reactivación
del Campo Mexicano, sin MAÍZ no hay PAÍS y sin FRIJOL
tampoco ¡Pon a México en tu boca!, hemos realizado
siembras simbólicas de maíz en parques, avenidas,
camellones, en nuestras casas; llevamos a cabo con éxito
el concierto “Salvemos al campo para Salvar a México”
en el Zócalo capitalino, en la que participaron 13 grupos
musicales y al cual asistieron más de 30 mil personas; asimismo
efectuamos la toma simbólica con más de dos mil campesinos
de la Secretaría de Economía; realizamos la Feria
Nacional Campesina impulsada por más de 200 productores de
todos los estados de la República, con el objetivo de visibilizar
la gran diversidad del campo en la ciudad de México. Estas
actividades y otras más forman parte de la lucha que hemos
mantenido durante estos últimos 15 años de TLCAN y
políticas anti-campesinas, ganando adeptos entre la sociedad
civil frente a la cerrazón de los gobiernos neoliberales.
Por eso hemos
llegado hasta este monumento a la independencia las organizaciones
campesinas, ambientalistas, sociales, sindicales, de derechos humanos,
urbanas, científicos, intelectuales, artistas y ciudadanos
de a pie, todos firmantes de la Campaña, para iniciar este
ayuno y volver a alzar nuestras voces, una vez más, en contra
del TLCAN. Hacemos un llamado a la ciudadanía en general
a sumarse a este ayuno, según sus posibilidades de tiempo,
para aumentar la resistencia y la defensa de nuestra independencia
alimentaria.
Anunciamos que
en este mismo momento estamos en movimiento nacional de resistencia
civil, pacífica, no violenta, para defender la soberanía
y seguridad alimentaria, la vocación campesina y la biodiversidad
del campo mexicano. Hoy lanzamos esta contraofensiva de paz, de
razones, de propuestas y de acciones de desobediencia Ya que nos
hemos hecho presentes, sin muchos frutos ante los poderes Ejecutivo
y Legislativo.
Hacemos un llamado
respetuoso y fraterno a todos los actores sociales, políticos,
académicos, culturales y económicos interesados en
rescatar nuestra agricultura, nuestra alimentación, nuestra
dignidad y nuestra soberanía a que se sumen a esta acción
colectiva. Desde aquí iremos dando a conocer las diversas
acciones que componen la estrategia de nuestra contraofensiva.
Nuestras cinco
propuestas y demandas básicas son:
Nuestra lucha
no es por restaurar un pasado que no volverá. Es por reconquistar
las bases, las raíces mismas de un futuro libre, soberano,
próspero para las comunidades, para las personas, para los
pueblos que componen nuestra patria. Nuestro combate no es el de
unos cuantos, no es el de un sector particular, ni tampoco el de
un cierto gremio.
Combatimos por
los derechos que se nos han conculcado a todos: el derecho a producir,
el derecho a vivir dignamente de nuestro trabajo, el derecho a alimentarse
sanamente sin transgénicos, el derecho a construir una economía
humana, basada en nuestra idiosincrasia y que tenga acceso y disfrute
a los avances de la ciencia y de la tecnología en combinación
con los conocimientos tradicionales acumulados a lo largo de milenios,
la ciencia campesina, el derecho a que nuestra agricultura y nuestras
comunidades campesinas no sólo sobrevivan sino que vivan
con dimensión de futuro y dignidad y que las y los consumidores
tengan acceso, físico y económico, a alimentos de
calidad nutricional en cantidad suficiente y aceptables culturalmente.
Atentamente,
Campaña Nacional en Defensa de la Soberanía
Alimentaria y la Reactivación del Campo Mexicano, sin Maíz
no hay País, sin Frijol tampoco ¡Pon a México
en tu boca!