El Otro Canon
Reconstruyendo
la Teoría del Desarrollo Económico Desigual [1]
En la mayoría
de las disciplinas académicas los textos canónicos - aquellos
que contienen 'la verdad' - son periódicamente revisados. La economía,
sin embargo, casi totalmente no esta afectada por tal revisionismo.
Un problema fundamental del canon dirigente en la economía ha
sido que ésta carece esencialmente de una teoría del desarrollo
económico más allá de la visión del proceso de añadir capital
al trabajo. La teoría descansa en lo que Schumpeter alguna vez
llamo 'la visión peatonal de que el capital en sí propulsa el
motor capitalista'. Hay una unión obvia entre la carencia de una
teoría de desarrollo como tal y la carencia de una teoría de por
qué el proceso de desarrollo es desigual. Los modelos económicos
recientes que incorporan nuevos factores y producen un crecimiento
desigual - sobre todo por la insistencia de sus autores - han
sido excluidos del uso práctico en la política económica.
En el siglo
XIX los críticos de la escuela clásica de economía se referían
a los crematísticos, como una teoría de intercambio antes que
una teoría de la producción. Pues mantenían el enfoque teórico
de que la profesión estaba en el Hombre Consumidor antes que en
el Hombre el Productor. Este proyecto pretende resucitar un canon
alternativo y a la base productiva de la economía - el Otro Canon
- que se remonta al pre-mecánico Weltanschauung del Renacimiento.
Un rasgo clave de esta teoría es que esto explica por qué el desarrollo
económico es desigual. Los usos prácticos del Otro Canon están
en la política económica tanto en el Primer, Segundo como Terceros
Mundos.
Un desafío
a la teoría y a la política
En el cambio
de Milenio, el mundo afronta problemas sociales que están aumentando
de magnitud. Durante los años 1990, la mayoría de las naciones
del mundo ha experimentado una verdadera caída de los salarios
reales –en muchos casos su disminución ha sido tanto de tamaño
como veloz. En los ex países comunistas ha surgido una crisis
humana de grandes proporciones.. Estos acontecimientos desafían
profundamente el actual orden económico mundial – al Consenso
de Washington – y a la economía de libro de texto estándar en
la cual este orden descansa.
Los estados
benefactores europeos también afrontan nuevos desafíos. Los rasgos
generales de la política económica de estas naciones han sido
una activa política Keynesiana de la demanda y una fuerte política
práctica en los mercados de trabajo, combinados con una política
no intervencionista en cuanto a la estructura industrial. En un
período de cambio tecnológico fundamental, es necesaria una nueva
estrategia. Por mantener su enfoque en el manejo de la demanda,
del mercado laboral y la distribución del ingreso, estas naciones
dejan de encarar los problemas estructurales surgidos de la evolución
del nuevo paradigma tecno-económico.
El cambio
actual de la base tecnológica para el crecimiento crea faltas
de armonía entre el estado benefactor tradicional - su estructura
institucional, prioridades educativas, política fiscal y política
industrial - y las condiciones bajo las cuales las nuevas actividades
económicas han mostrado avance. Al mismo tiempo la industria tradicional
experimenta el mismo tipo del desarrollo que caracterizó a la
agricultura bajo la producción Fordista en serie: la nueva tecnología
crea procesos de innovación en mercados maduros, conduciendo a
una rápida caída del empleo y a una feroz competencia de precios.
Los estados benefactores deben concentrarse ahora en la construcción
de actividades económicas en nuevas industrias que afrontan innovaciones
de producto en mercados crecientes y en la competencia Schumpeteriana
(de productos diferenciados y de calidad).
Actualmente
los retos son más altos para todas las naciones, de lo que habían
sido durante mucho tiempo. Una economía cada vez más globalizada
parece producir efectos opuestos a los que la teoría económica
estándar predijo. En vez de una convergencia de ingresos mundiales
(hacia la igualdad del factor de precios), encontramos que mientras
las naciones ricas disfrutan de un crecimiento sostenido, noventa
de las naciones del mundo eran más pobres en 1997 que en 1990.
Treinta y siete de estas naciones eran más pobres en 1997 de lo
que eran en 1970. La pobreza y las enfermedades aumentan bruscamente
en la África Sub-Sahariania, y vemos como partes de América Latina
se deslizan hacia una ‘Africanizacion’.
Según el Informe
de 1999 del Programa de Desarrollo de Naciones Unidas - 'Transición
1999' - ‘una crisis humana de proporciones monumentales surge
en la antigua Unión Soviética'. Los años de transición 'han sido
literalmente letales para muchísima gente'. En Rusia tanto el
PBI per cápita como la producción industrial se han reducido en
aproximadamente el 50 por ciento desde la caída del Muro de Berlín.
Solo el costo más grande ha sido la pérdida de vidas entre hombres
jóvenes y de mediana edad. Según el informe hay casi 9.7 millones
“de hombres ausentes” en las economías de transición en su conjunto.
Atestiguamos un resultado que nadie habría predicho: las directrices
notablemente ineficaces de las economías eran capaces de producir
niveles de vida bastante más altos, que lo que hacen las políticas
de libre mercado construidas en los libros de texto de economía
de los años 1990.
La liberalización
financiera esta acompañada por severas crisis en los mercados
financieros. A nivel institucional atestiguamos el colapso de
la sociedad civil y del estado en muchos países en vías de desarrollo.
Incluso en las naciones prosperas observamos un empeoramiento
de los servicios básicos como la salud y la educación. Al mismo
tiempo, los gobiernos se encuentran enfrascados en una lucha con
un marco teórico inadecuado, intentando ajustar la política económica
y el marco institucional a fin de enfrentar un cambio técnico
y social de ruptura y discontinuo.
A pesar de
los desafíos al actual paradigma de política económica, ninguna
teoría alternativa coherente parece estar a mano. Este proyecto
afirma que realmente existió una teoría alternativa hecha y derecha,
pero desapareció. A este conjunto de teorías denominamos El Otro
Canon, porque esta fluyo como una teoría alternativa y paralela
en oposición a las escrituras canónicas estándares de los fisiócratas,
de Smith, Ricardo, y la escuela clásica y neoclásica. Dos factores
parecen haber contribuido a su desaparición desde la Segunda Guerra
Mundial: en Primer lugar, el enfoque Keynesiano sobre el manejo
de la demanda se desplazo lejos y permanentemente del lado de
la economía real hacia el lado monetario. En segundo lugar, el
otro Canon - en gran parte independiente de la tradicional política
de la izquierda o la derecha – fue una baja de la guerra fría,
al que dar bajo el fuego cruzado ideológico entre la utopía de
comunismo y la utopía neoclásica del mercado como un creador de
armonía automática y de igualdad del factor precio.
Históricamente,
la teoría alternativa ha sido realizada más consecuentemente,
y por períodos más largos, como una política económica en los
Estados Unidos y Alemania. Aunque ya no se enseña, el material
genético de las teorías económicas holísticas, respaldo de estas
políticas, esta accesible en forma literalmente de miles de artículos
de diarios y libros. En este Siglo - reflejo de un grado más alto
de la división del trabajo en la profesión - los diferentes aspectos
del canon alternativo han sido propuestos por autores tan diversos
como Keynes, Kaldor, Minsky, Myrdal, Penrose, Polanyi, Schumpeter,
y Max Weber.
La depresión
de 1929 produjo una crisis en la profesión económica similar a
la que hoy experimentamos, pero con una diferencia importante.
La crisis de los años 1930 era tal, que fue solucionada principalmente
por la intervención en la esfera monetaria. El siglo veintiuno
también requiere un nuevo conjunto de políticas en la esfera de
la verdadera economía productora de bienes y servicio. Para el
antiguo Segundo y el Tercero Mundo este es un período no sólo
de sub consumo, sino también de una especie de sub producción,
que no puede ser solucionada por medios monetarios. Tibor Scitovsky,
quién más tarde llegaría a ser el principal economista estadounidense,
recuerda la insatisfacción sentida con el canon estándar de la
economía también en los años 1930:
'Aquellos
eran los años de la depresión de 1930; y me encontraba fascinado
por el modelo de un sistema auto regulado de mercado, pero enormemente
molesto por el abismo que separaba aquella hermosa teoría de la
fea realidad de gran miseria y desempleo masivo. Los estudiantes
estábamos impresionados por la impotencia de la facultad ante
problemas apremiantes y sospechábamos de algunos de los remedios
amargos y crueles sugeridos.'
El Otro
Canon.
La premisa
de este proyecto es que los años 1990 representan un contragolpe
a un orden económico mundial basado en un tipo particular
de la teoría económica llevada a su extremo lógico. El mundo antes
ha experimentado reveses similares en el bienestar, también en
ese entonces como resultado de las aplicaciones exageradas – de
una reductio ad absurdum - del mismo tipo básico
de teoría económica. El contragolpe de los años 1990 es en particular
comparable al que siguió después de 1840. Después de los años
1840 un tipo diferente de teoría económica resurgió – una teoría
que es la parte de una tradición que se remonta al Renacimiento.
Esta tradición es ‘el Otro Canon'; una tradición que (utilizando
una metáfora de Kenneth Arrow) ‘actua como un río subterráneo,
surgiendo a la superficie cada algunas décadas.’
Conscientemente
desarrollado en particular a partir de principios de los años
1850, este canon alternativo enfrento con éxito tanto los males
sociales en las naciones de industrialización emergentes ye hizo
posible que naciones más tardías – como Alemania, EE.UU y Japón
– alcanzaran a Inglaterra. Durante el sigloXIX los políticos
de EE.UU y los economistas con frecuencia observaban que Inglaterra,
como la nación lider o hegemonica, se habia adherido durante siglos
a las políticas económicas específicass de actividad del otro
Canon. Habiendo alcanzado a Venecia y a Holanda y establecidose
ella misma como la primera nación industrial, Inglaterra promovió
la economía Ricardiana. Esto fue visto, en particular en los EE.UU,
como un intento de impedir a otras naciones repetir su propia
estrategia. Inglaterra fue así acusada de tratar de 'tirar la
escalera’, para impedir –el ascenso a- la industrialización de
otras naciones.
En el apéndice
a este documento, El otro Canon es contrastado con la teoría
económica estándar cuando esta es actualmente aplicada en la
política económica, en particular al Segundo y Tercero Mundo.
Somos conscientes que tales dicotomías conllevan el riesgo de
la caricatura, no obstante afirmamos que estos dos conjuntos de
teorías representan diferencias fundamentales Weltanschauungen,
cada uno con su propia base filosófica y su propia genealogía.
Los dos cánones descansan en bases filosóficas fundamentalmente
diferentes. Cuando Nietzsche afirma que la filosofía inglesa es
'un ataque contra el Geist filosófico' y acusa a Hobbes, Hume
y a Lock de degradar el sentido del término 'filósofo', atestiguamos
el mismo Methodenstreit canónico a nivel filosófico.
Un rasgo importante
de El Otro Canon es que el crecimiento económico es visto
como una actividad específica – así el bienestar resulta de estar
involucrado en algunas actividades económicas más que en otras.
Hoy intuitivamente entendemos que Bill Gates y Microsoft no podían
haber conseguido las mismas ganancias y los mismos niveles de
salarios si ellos hubieran estado levantando ovejas en vez de
producir el software. Una teoría y una política que distingue
varios tipos de actividades eran fundamentales para siglos de
política económica.
Un estudio
cuidadoso de la historia de la política económica revela que El
Otro Canon ha sido empleado como la base para la política
económica en todas las naciones que han hecho alguna vez la transición
de países pobres a ricos. En Inglaterra, las políticas de El
Otro Canon fueron adoptadas durante más de 350 años, siendo
1485 un punto de partida claro. En Corea éste conjunto de políticas
entraron en vigor hace tan solo aproximadamente 40 años, comenzando
después de la Segunda Guerra Mundial, pero con resultados notables.
Economía
y 'las cuestiones sociales – unas paralelas del siglo XIX.
A finales
del siglo XIX – con el auge del industrialismo – ‘la cuestión
social’ se ubicó rápidamente en el orden del día tanto para los
políticos como para los economistas. El gran número de libros
de economía sobre ‘die soziale Frage’, publicado en todas las
lenguas europeas, testifica tanto la intensidad como a la difusión
geográfica del debate. En un sentido estrecho, el debate enfrento
los problemas de pobreza y distribución de ingresos dentro de
cada estado nación, pero en un sentido más amplio también se afrontaron
las mismas causas del crecimiento económico. En las siguientes
décadas ‘la cuestión social’ mejoro lentamente – sin duda también
abordado por el deseo de disipar la amenaza socialista. Creando
sistemas de seguro social, y por intervenciones severas tanto
en estructuras industriales nacionales como en los mercados de
trabajo, todas las naciones industrializadas llegaron a crear
alguna forma de estado benefactor.
La profesión
de economísta fue un jugador crucial en esta transformación. En
Alemania la asociación de economistas – el Verein für Sozialpolitik
– fue creada explícitamente con el objetivo de abordar la cuestión
social. Incluso en los Estados Unidos, ‘Este era un tiempo cuando
una muy amplia variedad de economistas, desde los marginalistas
hasta los históricos, compartieron un compromiso por la justicia
económica.’ Richard Ely – ‘el economista más ampliamente conocido
…en los Estados Unidos alrededor del cambio de siglo’ según New
Palgrave –podia denominarsele como ‘un socialista cristiano.’
Aunque las
desigualdades también han aumentado dentro de las naciones industriales,
hoy la 'cuestión social’ se ubica entre las naciones. A nuestro
parecer estos mismos principios que entonces solucionaron los
problemas de la distribución de renta nacional deben ser invocados
a fin de afrontar los actuales problemas de la economía global.
Los años 1840
fueron un período donde el liberalismo extremo creó un contragolpe
similar a lo que experimentamos a finales de los años 1990. En
1899 H. S. Foxwell - el economista de Cambridge - describió los
años 1840 como un período donde las políticas de no intervención
(laissez-faire) se llevaron hasta un reductio absurdum.
Esto - dice Foxwell - limpió el camino hacia 'una escuela más
realista'. Esta escuela realista no sólo sentó las bases en Alemania
sobre su rezago económico, y para alcanzar a Inglaterra, sino
también renovó los fundamentos de la política económica estadounidense.
Hoy, en cierto modo, afrontamos una versión global de la crisis
distributiva que en 1848 terminó por causar revoluciones en la
mayoría de todos los principales países europeos, excepto Rusia
e Inglaterra.
En 1886 Edwin
Seligman - un economista de la Universidad de Columbia - perfiló
el programa del nuevo movimiento económico iniciado por los economistas
alemanes en los años 1850. Esta tradición – El Otro Canon - también
formó la base tanto para la escuela institucional estadounidense
de economía, como para la política económica estadounidense hasta
la Segunda Guerra Mundial. Esta teoría alternativa a la teoría
clásica inglesa:
1. 'Desechó
el uso exclusivo del método deductivo, y acentúo la necesidad
del trato histórico y estadístico.
2. Negó la
existencia de leyes naturales inmutables en la economía, llamando
la atención sobre la interdependencia entre las teorías y las
instituciones, y mostrando que diferentes épocas o países requieren
sistemas diferentes.
3. Rechazó
la creencia en los beneficios del sistema de política de no intervención
absoluta (laissez-faire); con esto mantuvo las estrechas interrelaciones
entre la ley, la ética y la economía; y rechazo dar reconocimiento
a la suficiencia del supuesto interés propio como el único regulador
de la acción económica.'
La teoría
alternativa de hoy tendrá que estar basada en estos mismos principios.
De hecho, hasta muchos de los críticos ingleses tempranos a la
teoría económica de Ricardo hoy tienen un timbre familiar 'moderno'.
Edwin Seligman
describe el ímpetu que el Otro Canon dio a la economía a partir
de los años 1850:
'Así, un impulso
completamente nuevo fue dado a la investigación científica. Liberada
del yugo de un método que se había vuelto obsoleto, la nueva escuela,
carente de todas las preposiciones, se dedicó a la tarea de luchar
cuerpo a cuerpo con los problemas que la edad había traído con
ello.'
El Otro
Canon no es la Tercera Vía.
Hay poco contrapeso
intelectual al Consenso de Washington y al neoliberalismo. La
búsqueda en Europa y en los Estados Unidos de una 'Tercera Vía'
ha sido una tentativa de crear tal alternativa. En Inglaterra
después del Thatcherismo hubo claramente la necesidad de una Tercera
Vía – un capitalismo que proporcione una mejor distribución de
los ingresos y de la seguridad social que el neoliberalismo.
Sin embargo,
a nuestro parecer la Tercera Vía – como un camino medio entre
neoliberalismo y democracia social clásica – fracasa como una
solución a los desafíos globales de hoy. La razón de este fracaso
es que, justo como la democracia social escandinava a partir de
los años 1960 en adelante, ‘La Tercera Vía’ en primer lugar es
esencialmente una teoría de distribución de ingreso y riqueza
en naciones donde hay algo para distribuir. La democracia social
moderna, en primer lugar, no posee ninguna teoría subyacente de
que produce las desigualdades. El fracaso completo de políticas
social demócratas – como aquellas de Nyerere en Tanzania y Alan
García en Perú - para producir desarrollo en el Tercero Mundo
parecen demostrar este punto. Similar a Marx, ‘La Tercera Vía’
todavía parece dar por supuesta la productividad del capitalismo
y la extensión eventual del industrialismo a todas partes del
mundo.
En cierta
parte de su libro sobre la Tercera Vía Anthony Giddens insinúa
la existencia de El Otro Canon. Correctamente sitúa el origen
del estado benefactor a la tradición económica alemana, a Bismarck
en la versión moderna que fue copiada por muchos países. ‘Los
grupos dirigentes que establecieron el sistema de seguridad social
en Alemania imperial a finales del siglo diecinueve, despreciaron
la economía de política de no intervención –laissez-fair- cuando
ellos hicieron el socialismo’, dice Giddens.
Evidentemente
el estado benefactor no era ningún camino medio entre dos sistemas
que sus inventores detestaran por igual, este era un sistema basado
en una cosmovisión (Weltanschauung) completamente diferente de
la visión mundial mecánica que es la base tanto de comunismo como
de neoliberalismo. La economía planificada comunista y el neoliberalismo
tienen importantes raíces comunes en la economía Ricardiana. Este
tipo de economía – junto con sus implicaciones políticas – que
la mayoría de economistas y políticos en Alemania y los Estados
Unidos tanto despreciaron. Esta aversión común tanto del neoliberalismo
como del comunismo es un rasgo central de El Otro Canon. A fin
de entender este rasgo, es necesario abordar los elementos comunes
importantes de la extrema derecha e izquierda en la economía
de David Ricardo. La guerra fría, en muchos aspectos, fue la lucha
entre dos versiones del canon estándar de la economía.
He aquí dos
aspectos principales: En la teoría del valor de Ricardo – la teoría
del valor del trabajo – se origina el reclamo comunista de que
los trabajadores tienen el derecho a todos los productos de su
trabajo. El análisis mecánico de Ricardo es también el origen
de la teoría comercial del Consenso de Washington, del factor
de la compensación de precios de Samuelson en un mundo con información
perfecta. La teoría Ricardiana cuando fue formulada como un instrumento
de política económica desatiende los factores 'verdaderos' de
la producción como ideas, iniciativa, espíritu emprendedor, liderazgo
e innovaciones. . Esto reduce el trabajo a una tarea totalmente
mecánica, vacía de los werden (quehaceres) dinámicos y
de la mente (Geist) humana que es la fuerza básica del
movimiento en la tradición económica alemana. El análisis de Marx
es muchísimo mas coherente con la tradición filosófica y económica
alemana, pero la teoría del valor del trabajo es una falta de
armonía - totalmente no alemana sino ajeno – a su sistema.
Sólo con una
cosmovisión estática y mecánica – desprovista de la mente humana,
de nuevas ideas y liderazgo – resulta lógico que la persona que
ejecuta el trabajo mecánico debiera tener el derecho a todo lo
que produce. Sólo en un mundo tan estático con información perfecta
– es decir con seres humanos clonados – es imaginable la igualdad
del factor precio de Samuelson.
La planificación
socialista estaba claramente en el canon estándar de la economía.
El modelo de Walras [2] de una economía de mercado usa
la ficción de un subastador único para formalizar el proceso por
el cual los precios son determinados. Note que el enfoque está
en el Hombre-Consumidor - en como los precios son puestos - no
en el Hombre-como-Productor. El subastador ajustaría los precios
hacia arriba o hacia abajo a fin de alcanzar el equilibrio. Los
planificadores socialistas 'simplemente substituyeron al subastador
por las autoridades de planificación central, y sin ninguna violación
de los preceptos principales del modelo de Walras.' Típico para
el canon estándar, el espíritu emprendedor y el conocimiento quedaron
fuera del modelo.
Los críticos
más vociferantes de la economía centralmente planificada fueron
los economistas austriacos con el mismo fondo filosófico que El
Otro Canon. Pero los austriacos (a excepción de Schumpeter) devinieron
en adoradores del mercado en sí, en cierto modo excluyendo tanto
a productores como a consumidores. El empresario de Hayekian es
un comerciante que crea mercados perfectos porque ni añade ni
crea nada nuevo. En contraste, el empresario de Schumpeter es
la fuerza impulsora en la historia, un productor que despiadadamente
empuja avanzado la frontera interminable del conocimiento.
El Vicio
Ricardiano + el Vicio Krugmaniano: La Peor Política Económica
Posible de todos los Mundos.
Las culturas
americanas precolombinas no usaron la rueda. Sin embargo, varios
juguetes rodados precolombinos han sido encontrados en México.
Una pregunta obvia es ¿por qué, mientras el principio de la rueda
era conocido, no fue usado este conocimiento en la práctica? De
manera similar, la teoría económica estándar produce muchos 'modelos
de juguete, que pese a la insistencia de sus inventores - no son
usados en la vida real de la política económica. En El Otro Canon
estos modelos son comprobados en el único laboratorio de las ciencias
sociales, la historia, y en particular la historia de la política
económica y social. Podríamos decir que el vicio Krugmaniano lo
podríamos etiquetar como la limitación a la invención de juguetes
y de juegos útiles.
A este vicio
se añadió lo que Schumpeter llama el Vicio Ricardiano. Este vicio
fue bien descrito ya hace cien años por Foxwell:
‘Ricardo,
y todavía más aquellos que lo popularizaron, pueden ubicarse como
un ejemplo eterno del peligro extremo que puede provenir del uso
no científico de hipótesis y especulaciones sociales, del fracaso
de apreciar las limitadas aplicaciones a asuntos actuales provenientes
de un análisis muy artificial y arbitrario. Su ingenio, aunque
los razonamientos quizás fueran súper elaborados, se hicieran
verdaderamente dañinos y erróneos cuando ellos fueron directamente
aplicados para determinar muy importantes cuestiones prácticas,
sin el menor reparo sobre el carácter abstracto e irreal de las
premisas en las que se fundamentaron’ [i]
Esta crítica
en efecto podría haber sido hecha a la medida para criticar los
efectos devastadores producidos por la economía neoclásica en
el bienestar del Segundo y Tercero Mundo. Esta es esa clase 'de
travesura' teórica – entre otras, una muy conciente des-industrialización
del Segundo y Tercero Mundo - que ha causado la pérdida de bienestar
en los años 1990.
El actual
orden económico mundial sufre de una combinación del vicio Ricardiano
y el vicio Krugmaniano. La política actual realizada contra el
Segundo y Tercero Mundo está basada en el uso no científico del
análisis arbitrario de Ricardo. Al mismo tiempo los modelos más
relevantes que han sido desarrollados no son usados fuera de los
cuartos de juegos de los economistas.
El objetivo
de este proyecto es enfocar la atención en teorías económicas
alternativas ya existentes y en experiencias históricas: El Otro
Canon intenta restablecer la Weltanschauung (cosmovisión) holística
y dinámica más que la estática actual. En esta teoría el Hombre
(Mujer) Creador y sus actividades productivas están en el corazón
de la teoría y no el Hombre (Mujer) Comerciante en un equilibrio
muerto que está desprovisto de cualquier fundamento empírico.
El objetivo principal de esta 'Economía de la Realidad’ es ensanchar
el espectro de opciones de política disponibles para incorporar
políticas que han sido muy acertadas en el pasado, pero que hasta
ahora no han sido no aprendidas. Mientras la economía de libro
de texto estándar es un sistema que crea una armonía natural que
es artificial, en El Otro Canon la evolución es el resultado de
las instituciones del Hombre y de la voluntad del Hombre.
El Otro
Canon - los Cuatro Documentos.
El proyecto
de 'El Otro Canon’ en principio consta de cuatro documentos de
posición. Estos documentos fueron discutidos en tres talleres
(enero de 2000 de Venecia, agosto de 2000 en Oslo, y enero de
2001 en Venecia). Ellos serán publicados más tarde en forma de
libro y estarán disponibles en la página electrónica.
1. La visión
Schumpeterian ampliada. Erik Reinert.
En el corazón
de El Otro Canon esta el Cambio. La creatividad y el nuevo
conocimiento, producen una competitividad dinámica imperfecta
en un proceso de destrucción creativa, aumentando el bienestar.
La búsqueda de la ganancia por la competencia dinámica imperfecta
es mismo motor que impulsa la economía de mercado en la producción
creciente de bienestar. El papel de espíritu emprendedor es crucial
en este sistema.
En cualquier
momento las diferentes tecnologías y los diferentes productos
proporcionan amplios y diferentes potenciales (las ventanas de
oportunidad) para la creación de bienestar. El crecimiento económico
y el bienestar son por lo tanto actividades especificas,
creadoras en algunas actividades y no en otras. Las actividades
económicas se diferencian por su capacidad de absorber el nuevo
conocimiento de un modo provechoso. En este aspecto, los factores
y los mecanismos que explican diferenciales de ingresos entre
individuos dentro de las naciones también explican diferenciales
en el nivel de ingresos entre diferentes naciones. Desde el punto
de vista de El Otro Canon, este es quizás el punto más débil e
importante de la economía de libro de texto estándar que predice
una igualdad de salarios en todo el mundo.
En la actual
onda de la globalización, los mercados de trabajo no están globalizados.
En esta situación, la naturaleza específica de la actividad del
crecimiento económico aumenta la divergencia económica entre grupos
de naciones.
2. La Dimensión Financiera. Leonardo Burlamaqui y Jan Kregel.
El cambio
económico ocurre en condiciones de la incertidumbre. El sistema
Schumpeteriano produce un desequilibrio constante, y el crédito
es así una parte esencial del mecanismo que hace posible que el
sistema crezca. Las naciones necesitan sistemas nacionales del
crédito del mismo modo que ellos necesitan sistemas nacionales
de innovaciones.
En los mejores
de tiempos de la economía, la dimensión real y la dimensión financiera
están sincronizados en una relación simbiótica que una refuerza
a la otra. El sector financiero, sin embargo, periódicamente 'sale'
de la verdadera economía y retoma vida propio, ya no anclada en
la verdadera economía. Este proceso normalmente se termina en
una quiebra financiera, que arrastra hacia abajo a la verdadera
economía (y a los salarios reales).
Los mecanismos
que causan la falta periódica de armonía son creados por lo que
posteriormente Hyman Minsky llamó 'estabilidad de desestabilización'.
En períodos de crecimiento, los bancos compiten a fin de conseguir
su cuota de mercado. Cuando, por este proceso competitivo, los
mercados financieros se han sobre dimensionado ( o ampliado de
mas), los mismos mercados financieros comienzan a competir por
la liquidez, provocando el aumento de la exposición de riesgo
a todos los proyectos existentes, e iniciando la espiral del
colapso de la verdadera economía. Los conflictos estructurales
entre el sector financiero y el sector productivo parecen ocurrir
en ciertos períodos de la trayectoria de un sistema tecnológico.
Estos conflictos estructurales pueden y deber ser controlado por
medios de política tecnócratas.
3. El Papel
de las Instituciones. Ha-Joon Chang y Peter Evans.
Las instituciones
proporcionan el andamio necesario para construir la estabilidad
y apoyar la creación de bienestar. Las instituciones son también
los principales amortiguadores que proporcionan la distribución
de ingresos y protegen contra la inestabilidad en un sistema que
es guiado por la destrucción creativa. Las instituciones co-evolucionan
con las actividades económicas que necesitan su apoyo. Por lo
tanto, las instituciones, así como las actividades económicas,
son actividades específicas. Algunas instituciones que
son dadas por supuesto en una nación industrializada, sólo pueden
ser creadas con gran dificultad – sino es que todas- en una nación
agraria. La importancia del Estado como una institución ha sido
descuidada por las teorías económicas que han dominado en los
años 1990.
El cambio
técnico discontinuo que experimentamos en los años 1990 crea faltas
de armonía entre viejas instituciones y nuevas tecnologías, y
requiere la construcción de nuevas instituciones y de nuevos instrumentos
de política económica. La economía global tiene que construir
y desarrollar nuevas instituciones de un modo similar a la construcción
consciente de instituciones que acompañaron el lento surgimiento
de los estados nación.
4. Política
económica y Transformación Económica: el Registro Histórico.
Erik Reinert.
La historia
de la política económica es prácticamente inexistente como un
campo de búsqueda. Los procesos históricos tienen tanto aspectos
únicos como recurrentes, y de ejemplos de como y por qué las naciones
se actualizaron y avanzaron, y como dejaron de lado productos
de laboratorio contra los cuales El Otro Canon funciona. La mayor
parte de los libros de texto de la historia del pensamiento económico
no atienden importantes aspectos de política, y tienden a relatar
la historia de la teoría económica neoclásica y de sus precursores.
El Otro Canon está basado en una tradición aún más larga - un
canon alternativo de la teoría económica que ha sido prácticamente
descuidada durante las décadas pasadas.
El Otro
Canon - o 'la Economía de la Realidad - sostendría que todos los
países actualmente industrializados han pasado por un período
de política económica activa y de actividad específica – y que
tal período representa un punto de paso obligatorio para cualquier
nación. Las políticas, los incentivos y los métodos empleados
son también a lo largo del tiempo sorprendentemente similares
desde la ley de Henry VII iniciada en 1485 en Inglaterra hasta
el ímpetu de crecimiento de Corea iniciado en los años 1950. Elogiando
las Leyes de Navegación inglesas – la adopción activa de ciertas
actividades económicas - como las leyes más sabias alguna vez
adoptadas en Inglaterra, Adán Smith también apoyó este elemento
de actividad específica en la etapa inicial del desarrollo económico.
En esta sección de la Riqueza de Naciones, la 'mano invisible'
puede ser entendida como un efecto de bola de nieve que ha sido
puesto en movimiento por políticas económicas de actividades específicas
anteriores.
La parte
histórica del documento ubica las políticas económicas de las
naciones actualmente ricas en los períodos iniciales de ponerse
al corriente - el período cuando ellas iniciaron su despegue de
crecimiento. Las políticas recomendadas por El Otro Canon fueron
activamente buscadas por Europa después de la Segunda Guerra Mundial,
pero no habían sido aprendidas y no fueron aplicadas en Europa
del Este sino hasta después de la caída del Muro de Berlín. Se
argumenta que el hecho de que la mayoría de las naciones del mundo
fueran es más pobre en 1997 que lo que eran en 1990 – lo opuesto
a lo predicho por la teoría dominante - puede ser explicado a
la luz de El Otro Canon.