Vicente Fox primero debe
explicar cuál seguridad y cuál prosperidad para los
mexicanos en el ASPAN
27 DE MARZO DE 2006. Después de un año del
anuncio del Acuerdo de Seguridad y Prosperidad de América
del Norte (ASPAN) los líderes gubernamentales de Canadá,
Estados Unidos y México se vuelven a reunión, ahora
en Cancún, para hablar del avance en la integración
de Norteamérica. Mientras que a los ciudadanos y los representantes
electos se les mantiene alejados del proceso.
El acuerdo firmado el año pasado en Waco, Texas por Paul
Martin, George Bush y Vicente Fox no contiene propuestas concretas
para mejorar la vida de los ciudadanos comunes y corrientes. El
acuerdo tiene su origen en la agenda de los grandes empresarios
y se orienta hacia una integración subordinada de todo el
continente.
El ASPAN intenta “armonizar”, o mejor
dicho sujetar, muchas de las políticas internas y externas
y reglamentos de Canadá y de México a las de Estados
Unidos. Bajo el pretexto de proteger a los ciudadanos de la amenaza
terrorista y para facilitar el comercio, esta iniciativa implicaría
medidas drásticas como una integración más
profunda de los mercados de energía Norteamericanos, el trato
“armonizado” de inmigrantes, refugiados o turistas extranjeros,
y la creación de políticas de seguridad comunes. Esto
también promueve pasos hacia estándares armonizados,
al gusto de las empresas trasnacionales, en áreas de salud
pública, inocuidad alimentaria y medio ambiente.
Vendido al público como de naturaleza simplemente
administrativa y regulatoria, al ASPAN se le mantiene lejos del
escrutinio público. Sin embargo, a los gerentes de las 15
más grandes empresas se les ha invitado a la Cumbre de los
líderes en Cancún. “El orden del día
de la reunión, presumiblemente orientada por las empresas,
son viva expresión de lo que ocurre en el proceso de ASPAN:
los líderes de sector privado obtienen reuniones, otros grupos
de presión obtienen consultas de mesa redonda, y los representantes
democráticos de los ciudadanos obtienen algunas breves sesiones
informativas, dijo John Foster de la red civil canadiense Fronteras
Comunes (Common Frontiers).
Según Pierre-Yves Serinet, coordinador de
la Red Quebequense sobre la Integración Continental (RQIC),
el ASPAN no aguanta el escrutinio público en ninguno de los
tres países. Si Stephen Harper (Primer Ministro de Canadá)
realmente cree en la transparencia y en la rendición de cuentas,
tendría la responsabilidad de presentar previamente el ASPAN
al parlamento y a la opinión canadiense. Caso contrario,
él no debería seguir esta agenda.
“¿La seguridad y prosperidad de quien
busca Vicente Fox con el ASPAN? Si todos los días cierra
los ojos a los cientos de trabajadores mexicanos migrantes muertos
cada año en la frontera al intentar entrar a Estados Unidos
y al reclamo que millones de mexicanos le hacemos de poner por delante
el interés de la mayoría y no el de un puñado
de millonarios que apoyan el ASPAN…” señaló
Juan Manuel Sandoval representante de la Red Mexicana de Acción
frente al Libre Comercio (RMALC)
Common Frontiers, RQIC, la Red Mexicana de Acción frente
al Libre Comercio (RMALC), y la Alianza por un Comercio Responsable
(ART-USA) son miembros de la Alianza Social Continental, una red
que ha jugado un papel central en oposición a las negociaciones
del llamado “libre comercio” de las Américas
(ALCA). Las cuatro organizaciones representan a un abanico de organizaciones
que incluye sindicatos, campesinos, grupos religiosos de base, estudiantes,
mujeres, organizaciones ambientalistas, agencias internacionales
de desarrollo, de derechos humanos y otros promotores de justicia
social.
Para mayor información, comuníquese
con:
Rick Arnold, Common Frontiers: Tel (905) 352-2430
; comfront@web.ca
Juan-Manuel Sandoval, RMALC : Tel.Office: 011 (52) (55) 5616- 0797;
5616-2058; Home 011 (52) (55) 5659-3679; rmalc@laneta.apc.org
Tom Loudon, ART-USA: Tel. (301) 699-0042 ; toml@quixote.org